El Mindfulness puede considerarse una filosofía de vida, que incluye la meditación.
El objetivo es lograr un profundo estado de conciencia durante la sesión, y se usan varias técnicas concretas para alcanzarlo. Se persigue conseguir que nuestra conciencia se relaje y no elabore juicio de nuestras sensaciones, sentimientos o pensamientos. Saber qué acontece en nuestro fuero interno en cada instante a través de las gestión de los procesos atencionales.
El Mindfulness consigue separa la persona de sus pensamientos para poder reconocerlos y poner en duda los patronos mentales, otorgando un gran peso al aquí y el ahora mediante una atención total al presente.
Idealmente el Mindfulness debería practicarse durante media hora al día, aunque se recomienda comenzar con sesiones mas cortas, para ir aclimatando la mente a las nuevas sensaciones e ir construyendo poco a poco estados mentales de meditación. Al no propasarnos con el tiempo al principio, evitaremos terminar frustrados por dedicarle mucho tiempo a algo que aún no sabemos hacer bien, y terminaremos cansándonos y abandonando esta rutina. Aprender a hacer Mindfulness puede requerir cierto tiempo de práctica hasta que seamos capaces de meditar en casi cualquier circunstancia.